Tener una mascota en casa es una experiencia maravillosa, pero también implica asumir una responsabilidad importante: la de ofrecerle un entorno seguro, cómodo y saludable. A veces, sin darnos cuenta, tenemos en nuestro hogar elementos que pueden resultar peligrosos para nuestros perros, gatos u otras mascotas. No se trata de alarmarse, sino de conocer los riesgos para poder evitarlos o adaptarlos con pequeños cambios.
A continuación, te contamos algunos de los peligros más comunes en casa para las mascotas… ¡y que muchas veces pasan desapercibidos!
1. Productos de limpieza y sustancias tóxicas
Es uno de los mayores riesgos, y no siempre lo tenemos presente. Muchos de los productos que usamos habitualmente para limpiar pueden ser altamente tóxicos para perros y gatos:
- Lejía y amoníaco: su olor los atrae, pero pueden causar intoxicaciones si lamen superficies recién limpiadas o si se produce una ingesta accidental.
- Detergentes, suavizantes y limpiadores de suelos: algunos contienen compuestos agresivos que pueden irritar sus patas o mucosas.
- Insecticidas y antipolillas: son especialmente peligrosos, incluso los que se conectan al enchufe.
- Ambientadores en spray o automáticos: algunos contienen químicos volátiles que pueden causar problemas respiratorios.
¿Qué hacer?
- Guarda estos productos en armarios cerrados y fuera de su alcance.
- Deja secar bien las superficies antes de que tu mascota vuelva a pisarlas.
- Usa limpiadores naturales o específicos para hogares con animales.

2. Plantas decorativas que pueden ser tóxicas
Muchas plantas que adornan nuestros hogares o terrazas pueden ser perjudiciales para perros y gatos si las muerden o ingieren:
- Lirios, ciclamen, kalanchoe, aloe vera, filodendro, potos, hiedra, dieffenbachia, sansevieria… La lista es larga y algunas provocan desde vómitos hasta fallos renales.
- Plantas aromáticas como el laurel o el romero, en exceso, también pueden provocar reacciones.
¿Qué hacer?
- Consulta una lista de plantas tóxicas para mascotas (como la de ASPCA) antes de introducir una nueva en casa.
- Coloca las plantas fuera de su alcance o elige variedades seguras como la areca, la palmera bambú o la calatea.

3. Cables eléctricos y enchufes
Especialmente en cachorros o gatitos jóvenes, los cables suponen un gran peligro:
- Pueden mordisquearlos y sufrir una descarga.
- Pueden enredarse o tirar aparatos.
¿Qué hacer?
- Usa canaletas para cubrir cables.
- Instala protectores para enchufes.
- Aleja regletas del suelo o colócalas detrás de muebles inaccesibles.

4. Muebles con riesgo de atrapamiento
A veces, los muebles esconden trampas que no imaginamos:
- Sofás o sillones reclinables: pueden atraparlos si se meten dentro o debajo.
- Camas con canapé o cajones: si se cierran accidentalmente, pueden quedar atrapados dentro.
- Armarios, lavadoras o secadoras: en un descuido, pueden entrar y quedarse encerrados.
¿Qué hacer?
- Revisa siempre el interior de muebles antes de cerrarlos.
- Enseña a todos los miembros de la casa a comprobar si hay algún animal dentro.
- Cierra siempre lavadoras, hornos o lavavajillas al terminar de usarlos.
5. Pequeños objetos que pueden tragar
Los perros (y a veces también los gatos) pueden tragarse pequeños objetos por juego o curiosidad:
- Monedas, pilas, botones, piezas de juguete, alfileres…
- También hilos, gomas del pelo, clips o tapones.
¿Qué hacer?
- No dejes objetos pequeños al alcance.
- Evita dejar sobre mesas o mesitas cosas que puedan caer o ser arrastradas.
- Enseña a tus hijos a no dejar juguetes o piezas sueltas por el suelo.

6. Alfombras y suelos deslizantes
No es un peligro tan evidente, pero puede provocar accidentes:
- Las mascotas pueden resbalarse y lesionarse al correr o jugar.
- Las alfombras mal fijadas pueden deslizarse y provocar caídas.
¿Qué hacer?
- Usa alfombrillas antideslizantes debajo de las alfombras.
- Elige textiles lavables y resistentes.
- Si tienes suelos muy lisos (tipo parquet o cerámica), puedes poner pasillos textiles para ayudarles a caminar con seguridad.
7. Altas temperaturas en terrazas y jardines
El calor extremo puede ser muy peligroso para las mascotas, sobre todo si pasan tiempo al aire libre:
- Suelos que alcanzan temperaturas altísimas.
- Falta de sombra o agua.
- Macetas metálicas o superficies que acumulan calor.
¿Qué hacer?
- Coloca una zona de sombra fija o portátil.
- Asegúrate de que siempre haya un cuenco de agua limpia.
- Usa césped artificial o baldosas que no quemen.

8. Objetos de decoración con bordes o piezas sueltas
Elementos que decoran muy bien… pero que pueden ser peligrosos:
- Portavelas de cristal, jarrones altos o figuras inestables.
- Espejos apoyados sin fijar a la pared.
- Cestas o cajas decorativas con asas metálicas o rotas.
¿Qué hacer?
- Fija todo lo que pueda volcarse o caer.
- Evita materiales frágiles en zonas donde juegan o duermen.
- Revisa regularmente el estado de las decoraciones.
9. Comida humana peligrosa para mascotas
Puede parecer obvio, pero muchos dueños siguen ofreciendo a sus mascotas comida que puede ser perjudicial:
- Chocolate, uvas, pasas, cebolla, ajo, aguacate, café, nueces de macadamia…
- También alimentos salados, azucarados o fritos.
¿Qué hacer?
- No compartas comida sin saber si es segura.
- Evita dejar platos sobre la mesa o encimeras accesibles.
- Educa a los niños para que no den “premios” a escondidas.

10. Zonas de difícil acceso o riesgo de caída
Esto aplica especialmente en casas con varias plantas, terrazas, balcones o escaleras:
- Gatos que se suben a barandillas.
- Perros que se asoman o se cuelan por huecos.
- Escaleras sin protección para cachorros o animales mayores.
¿Qué hacer?
- Coloca redes o mallas en ventanas o balcones.
- Usa barreras para escaleras si es necesario.
- No dejes que accedan a zonas altas sin supervisión.
Consejos finales para un hogar pet-friendly
Un hogar adaptado a tus mascotas no tiene por qué perder estilo ni funcionalidad. De hecho, cada vez más marcas de decoración y mobiliario piensan en soluciones bonitas y seguras para convivir con animales.
- Elige materiales resistentes y fáciles de limpiar (cojines, sofás, alfombras…).
- Crea rincones cómodos para ellos: camitas, mantas, rascadores o juguetes.
- Mantén su espacio limpio, ventilado y lejos de objetos peligrosos.
- Observa su comportamiento: si se siente inseguro o evita una zona, quizá algo no está bien.
Porque su seguridad también es tu tranquilidad
A veces damos por hecho que nuestra casa es segura, pero verla desde el punto de vista de una mascota puede revelarnos muchos detalles a mejorar. Pequeños gestos, como guardar correctamente los productos, fijar bien un mueble o elegir textiles adecuados, pueden marcar la diferencia.
Hacer de tu hogar un entorno seguro y cómodo para tu compañero peludo es una muestra más del amor y respeto que le tienes. Y, además, es la mejor forma de prevenir sustos.

Nota importante: Este artículo ha sido elaborado con fines informativos tras consultar fuentes especializadas y contrastadas, pero no sustituye el consejo ni el diagnóstico profesional de un veterinario. Si tienes dudas o sospechas que tu mascota ha estado expuesta a algún riesgo, acude siempre a tu clínica veterinaria de confianza.